¿Qué hacemos con el dolor? ¿Qué hacemos con el amor? ¿En qué parte de quienes somos o de lo que hacemos situamos el olvido, los desengaños amorosos, las pérdidas, los traumas? ¿Amar es arder en preguntas?
En una época concentrada en omitir los duelos y los conflictos y en convertir a la felicidad continua y constante en el nuevo hit del mercado, necesitamos escribir para no quedar tomados por las tecnologías de la inmediatez, la última noticia o la pavada más pavada.
¿Qué importa si este diario desordenado representa a quien lo escribió? ¿Acaso estaba John Lennon enamorado cuando escribió Love o celoso para inspirarse en Jealous guy? Escribir es la posibilidad de cambiar la historia porque la escritura cambia la mirada, enferma y cura.
Amar es arder en preguntas inventa un modo de decir lo que nos pasa y de lo que nos pasa por arriba dejándonos a la intemperie de nuestras perplejidades y confusiones.