Amar es arder en preguntas

No es olvidar, es recordar distinto.

Las ganas de repasar una y otra vez lo que me duele me quita la posibilidad de disfrutar.

Lo que te sirvió ayer no es la respuesta que necesitas hoy. Lo que te servirá mañana aún no está escrito.

para confiar hay que estar dispuesto a perder. La confianza es sin garantías, es un salto riesgoso.

Algunes creen que hay cosas más valorables para sufrir que otras, esto no es así de ninguna manera. Igual que para la felicidad, para la tristeza no hay motivos suficientes.

Si uno está repasando o viviendo la vida del otrx no puede hacer lo propio.

Si hay duelo es porque hubo amor, sino los duelos son pequeños, inventados o inexistentes. Y lo que alguna vez dolió, no dejará de hacerlo.

Un modo potencial de poder aprender algo de estas situaciones es atravesar la angustia y el dolor de lo que se ha ido, de lo que pasa y de lo que imaginamos que pasará, de lo que nunca llega.

La muerte de las certezas es la venganza de poder aceptar la incertidumbre de la vida.

La verdad es que no se sabe que el futuro vaya a ser mejor, que lo perdido haya estado bien perdido; no tenemos garantías, sólo incertidumbres. Hasta que no las abraces no vas a poder salir de tus certezas. Y cuando las abraces, tampoco.