LELY: Aquí junto a la cama, en el suelo.
MARÍA: En el suelo la señorita tan fina. Y vosotras en el catre. ¡Dios mío, cómo da vueltas la vida! (En voz muy baja.) ¿Sabes, Verónica? Estuve muy enferma esta primavera. No podía hablar, se me vino la boca a la oreja, pero pensaba, pensaba.