Jorge Luis Borges aseguraba que de Giovanni Papini, uno de sus escritores predilectos, pervivirían algunos aforismos, algunas páginas, algunos cuentos… Y entre ellos figuran sin duda varios de los que componen «El piloto ciego», una de las grandes obras de la literatura fantástica de principios del siglo XX que, inexplicablemente, desde hace décadas no ha sido reeditada en español. Maestro de Dino Buzzati y discípulo de Edgar Allan Poe, «si los cuentos papinianos no reflejan el terror o la morbosidad de la temática de Poe, es evidente que en ellos se desborda la extrañeza y la reflexión metafísica, tratadas con mayor o menor grado de ironía y sarcasmo junto a una magnífica práctica del suspense, que acaba provocando en el lector un efecto abrumador de sorpresa, desconcierto y turbación». En todos estos relatos, «envueltos en el humor cáustico de Papini», se refleja la melancolía que emana del escepticismo. A eso se refería Borges cuando afirmaba: «Estos cuentos proceden de una fecha en que el hombre se reclinaba en su melancolía y en sus crepúsculos…».