A través del análisis de la historia de vida de Cristóbal Acevedo Martínez, hijo de Aurelio Acevedo Robles —un importante personaje implicado en la guerra cristera—, la autora presenta algunas de las experiencias y consecuencias de la Cristiada, un hecho que aún vive en la memoria colectiva e individual de sus sobrevivientes y descendientes, con implicaciones en la dimensión cultural.
Así, por medio de la historia oral, se logra conocer cómo la memoria de la Cristiada ha influido en la configuración identitaria, toma de decisiones, representaciones y posicionamientos ideológicos de una segunda generación que, si bien no vivió el conflicto de manera directa, sí se vio afectada por sus secuelas, muchas de ellas traumáticas.
Se trata, entonces, de revelar los ejercicios de reapropiación y resignificación de la memoria colectiva y familiar; es un esfuerzo por mostrar la experiencia del protagonista como niño en la gran ciudad, seminarista dominico, su compromiso social con la teología de la liberación, su posterior decisión de dejar el clero y el entendimiento de la vida a través de la lucha de su padre.
De esta forma, se expone la contemporaneidad de la Cristiada, un hecho que había sido relegado por la historia y la memoria oficial, pero cuyo universo simbólico-cultural se ha transmitido y reelaborado, por décadas, de generación en generación, al interior de las familias y grupos involucrados en el conflicto.