Siempre es gratificante aprender a través de una buena historia. Mia Couto me sorprendió, tiene una prosa con la cual es fácil de conectar y hay una especie de cercanía histórica con Mozambique por haber sido un país bajo el yugo de una Colonia. Y más allá de las referencias históricas, el descubrir nuevas creencias, mitos y magias fue un banquete magnífico de literatura.