En la cultura y en la literatura en concreto, esta nueva cosmovisión hedonista y amante de la novedad se manifestó en el futurismo, corriente vanguardista que luego veremos con más detalles, la cual con su manifiesto de 1909 rompió con los valores vigentes hasta el momento. En relación con lo dicho anteriormente, proclamó la belleza de las nuevas realidades: las máquinas, los rascacielos, las ciudades, la industria, los automóviles, etc. No en vano, de