Hay un cierto tipo de personas que decide plantearse problemas que será incapaz de resolver. Y no tiene ningún problema de vivir así su vida. Así pienso en Chéjov cuando escribió su “Historia de mi vida”. Su personaje Misael Polosnev decide cambiar el mundo en uno más justo. Pero no lo hace soltando proclamas ni dando consejos para que los demás cambien. No, quiere cambiar el mundo desde su propia acción.