Ya había leído anteriormente a Edith Wharton con su hermosa obra “La edad de la inocencia” y quede deslumbrada por su forma tan magnifica de mostrar una Nueva York de finales del siglo XIX con sus convencionalismos y estreches sociales de la rancia clase alta de aquella época. Ahora por una recomendación que vi leí “La casa de la alegría” y no tengo palabras para alabar esta historia profundamente conmovedora sobre la vida de una desdichada chica llamada Lily Barton.
Lily representa a todas las mujeres de esa época en la que muy acertadamente Virginia Woolf años después nos dice en una “Habitación propia” que una mujer no puede ser económicamente independiente y vivir sola.
Lily es una chica de 29 años huérfana que tiene que capear una sociedad que te trata según lo que tengas, y en ese sentido ella intenta rehacer su pobre legado familiar tratando de conseguir un marido rico que la saque de sus apuros. Lamentablemente Lily se topara con que esa sociedad que la obliga a casarse también le pone obstáculos para poder conseguirlo. Además de que Lily interiormente se resiste a casarse solo por dinero aunque sabe que es la única forma de huir de la pobreza.
Lily es el símbolo de esas mujeres que quieren ser libres para elegir su destino y encontrar el verdadero amor pero que tuvieron que renunciar a ambos por los convencionalismos sociales.
Una novela triste y desgarradora que me hizo soltar unas lagrimas y que me recuerda lo mucho que hemos avanzado las mujeres para lograr nuestra independencia y equidad. Una joya literaria en todos los sentidos.