Safo fue una poeta apasionada de la isla de Lesbos. Allí, creó una comunidad de jóvenes mujeres nobles a las que instruía en las artes, la delicadeza, la gracia, el canto y la elegancia. Estimada por Platón y Cicerón, inspiradora de artistas, es hoy y siempre símbolo de una forma diferente y más libre de concebir el amor.