PLANETA SIN RUMBO
¿Quién se ha detenido a mis espaldas?
Alguien apagó la sombra,
una voz me encierra, cerrándome las puertas, cruzándome,
una mueca de cera viene desde muy lejos, desdoblándose.
En el horror de Dios, un pájaro perfila un grito.
La noche es blanca y muerta, la luna, ¿había que decirlo?
sin embargo es negro el reloj e implacable.
Sentimientos proyectados;
¿en dónde está la cabeza del sueño, que no tiene cabeza,
ni pies, ni ojos, ni manos y existe?
Mi cuerpo tendido entre cielo y mundo
se eleva, se resiste, se retrata disgregándose, entre
verdes peces alados que ya no
/ tocarán la tierra.
Yo soy mi sombra.
Construyo innumerables ilusiones fosforescentes
con palabras que salieron destruidas al amasarse,
(habría que contar una historia) pero, todas las
historias son historias,
y, por lo tanto, engaño.
Hacia la distancia,
¿quién se reconoce en el ayer?
Vehemencia, vehemencia, eres el espejo de lo que YA NO ES,
te borro de mí misma y te envuelvo con fuego,
rechazándote, como niña de rosa en tiempos dolorosos,
de contienda sangrienta.