Helmer es un granjero que, con cincuenta y cinco años y una vida marcada por la soledad, está a punto de tomar las riendas de su vida.
Gerbrand Bakker nos envuelve en los pensamientos de un protagonista que trata de entender su propio aislamiento a través de un lenguaje directo que nos divierte, emociona y nos lleva a preguntarnos el porqué de nuestras propias decisiones. Los constantes viajes entre el pasado y el presente nos hacen partícipes de una historia que podría haber sido diferente.