Luis Uruén, el esquivo y ubicuo protagonista de esta novela, en realidad homenaje a la mujer que fuera Sophia Loren, se halla en Roma tras la pista de la actriz, junto al cardenal Piero Vanosso, improvisado cicerone en pugna por enmendar su pasado de un acto que, en forma de infausta memoria, todavía lo acecha años después.
Unidos por la figura eterna de la actriz, ambos personajes se adentran en la Roma de Sophia Loren, para muchos, con Marcello Mastroianni, auténtico emblema de la hermosa Italia, superando la pompa y el oro de emperadores y emperatrices.