La muerte de Ausencio, padre borracho y desobligado, desata los demonios que habitan dentro de Arturo, su hijo mayor, quien a raíz de esta pérdida caerá por una espiral de tristeza, remordimientos y desesperación, que lo llevará a enfrentar el mismo vicio que opacó las posibilidades de felicidad en su niñez y juventud.
El luto se convierte en una sombra que se cierne sobre todas sus acciones y sus pensamientos, y su presente se vuelve un continuo deambular a través de los malos recuerdos y los negros augurios. El abandono y la degradación al que lo conduce el alcohol lo malquistan con el pueblo y sus seres queridos.
Ausencio es la historia de un descenso al infierno, el del hijo que teme repetir los errores del padre, el de un joven al que parecen seguir tres fantasmales mujeres para anunciarle un destino aciago, el de un hombre que huye y se expone a la intemperie de sí mismo, al rostro de su muerte.