"Las desgracias no llegan con el agua..."
Quebrada es una palabra que define un paso estrecho entre dos montañas, en la novela, es una hendidura que atraviesa dos historias, una que va camino al mar y la otra se aferra a sus muertos; es una suerte de historia atemporal pero llena de sentimientos completamente presentes, amor, lealtad, pertenencia y esperanza
"Así armarnos las familias acá, con lo que tenemos a mano."
Mariana escribió un libro que me ha impactado cruelmente, el desarraigo y la pérdida que imponen las migraciones no son motivo de celebración, la esperanza es un motor muy fuerte, pero somos de la tierra que nos vio nacer, por muy tozudo que eso parezca. Lina es una mujer que parte en busca del mar y de un hijo perdido, por que la tierra que pisa es árida e infértil, lo único que ve es un paisaje seco y agrietado en donde la vida se ha hecho imposible, ya ni la locura y los fantasmas que habitan por ahí regresan a recordar sus nombres.
"Ni los yuyos crecen como antes. Salen secos, apenas nacidos, y se agotan antes de dar las primeras hojas. Dan pura espina, y así quedan, tan duros que hasta el viento se queja cuando se encuentra con ellos."
Una historia de soledad poética, de ansía polvorienta que se encalla en las encías, una historia que nos enseña sobre la persistencia, sobre el dulce aroma salado del mar; sigo el agua, no olvido a mis muertos y me consideraría afortunado si Jumento me acompaña.