Este volumen, de gran amplitud, trata de recoger la participación del mayor número posible de redactores de Hablemos de Cine, incluyendo a los colegas extranjeros que colaboraron con nosotros en la sección Aquí Opinamos, que era la que reunía los comentarios analíticos de los films. Destacamos especialmente al español Miguel Marías y al colombiano Andrés Caicedo, pero hubo otros de diversas procedencias.
Sin embargo, la sección Aquí Opinamos estuvo de una manera abrumadoramente mayoritaria a cargo de los redactores locales, a diferencia de aquella que ofrecía estudios sobre la obra de directores internacionales y en la que los colegas extranjeros nos ganaban en conocimiento, pues habían visto más películas de las que aquí se podían ver. Léanse al respecto los magros alcances de nuestros textos sobre Max Ophüls,
Jacques Becker o el mismo Ingmar Bergman en los primeros tiempos de la revista que se publicaron en el segundo volumen de la antología. No está de más repetir que lo que conocíamos procedía de lo visto en las pantallas limeñas y en la fidelidad de nuestras memorias. Tiempos prehistóricos para los ojos de las nuevas generaciones.