El paso del tiempo y la belleza —que nos consuela, y a la vez nos daña cuando se nos presenta ajena— definen los poemas de El libro doce, la obra póstuma de Carmen Jodra Davó, en cuya versión definitiva trabajaba al fallecer. El libro doce toma como referencia el libro XII de la Antología palatina: los poemas de amor efébico con los que la poesía griega cantó a la juventud y la hermosura. Temas y fascinaciones que ya formaban parte de sus libros anteriores, Las moras agraces y Rincones sucios, pero que la autora abordó desde la experiencia y las lecturas ganadas con los años: otras atmósferas y otras músicas —más sabias, luminosas— para una de las poetas más importantes de su generación.