Un profesor recién egresado inicia un patético y revelador camino al enfrentarse por primera vez a alumnos desinteresados y a un sistema sin interés por educarlos. Sus ilusiones como docente, la responsabilidad con los estudiantes, su creatividad artística, las posibilidades económicas o sociales son las piedras que empuja durante el año escolar. La fatalidad no está en el peso de esas rocas, sino en la montaña que hace imposible ascender.
La inutilidad del esfuerzo humano dentro de un sistema educacional injusto trata de cobrar algún sentido en el caos de esta novela de prosa recursiva y ágil, pero atomizada en guías de aprendizaje, currículums de vida y autoevaluaciones pedagógicas que no tienen una verdadera razón de ser.