Animal grande, asomado
No es posible hartarse, ni rendirse, aún está
el galope del corazón y el redil de la sangre, el castillo del cuerpo,
[firme pero
accesible
en ese castillo accesible corren comadrejas de ojos brillantes
y todos los jugos y los besos
de las conexiones interiores
sujétame
y no me sueltes
el yo termina aquí, el yo
no quiere al yo
yo no me quiero a mí misma
en un beso arrancado al centro de la tierra, al centro
del ser
la piel es la superficie
dulce, conduce
adentro
a un pequeño túnel
por donde va un tren
y en un poema estaba escrito:
«El tiempo descansaba entre los muslos»
pero eso fue hace mucho
el tiempo se despertó
está aquí, animal
grande, asomado, gira
sus ojos
y nos devora y explota
entre los muslos
De Tady za rohem to všechno je (Pulchra, 2011).