Lo mismo que era alce, booster y miembro de la Cámara de Comercio, lo mismo que los sacerdotes de la iglesia presbiteriana determinaban sus creencias religiosas y los senadores que controlaban el partido republicano decidían en sus conciliábulos de Washington lo que debía pensar sobre el desarme, sobre las tarifas y sobre Alemania, los grandes publicitarios de la nación fijaban la superficie de su vida, fijaban lo que él creía que era su individualidad. A