trasladarme a la mansión de lord Furnivall, donde me convertiría en la doncella de la señorita
Marcia Ramoshas quoted2 years ago
revelase jamás que era ella la que me lo había contado, pero que era un ruido muy raro y lo había oído muchas veces, casi siempre en las noches de invierno, cuando se avecinaba una tormenta. La gente contaba que era el antiguo señor quien tocaba el gran órgano del vestíbulo
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
En su lecho de muerte, mi señora me suplicó que no abandonase jamás a la señorita Rosamond, pero aunque no me hubiese dicho nada yo habría seguido a la pequeña hasta el fin del mundo
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
A medida que se aceraba el invierno e iban acortándose los días, a veces me parecía oír un sonido extraño, como si alguien tocase el gran órgano del vestíbulo
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
La señorita Rosamond no está aquí —dijo la señorita Stark—. Se ha ido a buscar a Dorothy, hace más de una
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
El hombre me preguntó a gritos si había perdido a una niña. Yo, ahogada por el llanto, no fui capaz de responderle, así que se me acercó y me mostró a mi pequeña, que descansaba en sus brazos, quieta, blanca y rígida, como si estuviera muerta
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
Me voy a llevar una buena reprimenda», me dije mientras cruzaba la galería norte. «Pero yo la había dejado a su cuidado, de modo que ellas son las culpables de que la niña estuviera merodeando por ahí sin vigilancia alguna»
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
—¡No me ha dejado abrir la puerta para que la pobre niñita entrase! ¡Y se morirá si pasa toda la noche fuera, en los páramos! ¡Eres mala y cruel, Hester!
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
Quieren que vaya con ellas a los páramos, ¡me llaman! ¡Ay, mi niñita! ¡Yo iría, pero la cruel y malvada Hester me sujeta muy fuerte!
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
Además, de cada diez «historias de fantasmas memorables», a nueve se les puede encontrar una explicación sencillísima