¿Quién nos mintió tanto? ¿Quién nos dijo que las historias tenían un principio, un medio y un final? ¿Quién nos mintió tanto?
Es lo que piensa ella mientras busca las palabras para dar la noticia. Sabe que las causas y efectos jamás lograrán calzar del todo.
Por mucho que lo intente.
Una tragedia nunca puede contarse en orden; las piezas se desbaratan unas a otras; una tragedia no acepta ni respeta fronteras; lo invade todo, lo ensucia todo con su amargura de brea.
Una tragedia puede leerse en el orden que uno quiera.
Siempre duele.