Joana Marcus

—¿Y tú eres más original poniendo apodos que ellos?

—Quizá no sea más original, pero soy mejor.

—Muy bien, ¿cómo me llamarías tú?

—Mi novia.

Mi corazón se detuvo un momento

Y si hacemos que esperen un poco más? Hoy estás muy guapa, Michelle..

No sabía si era del todo normal que un mismo sueño se repitiera una y otra vez,

Aun así, su padre la llamaba Alice cuando estaban solos. A ella le gustaba ese nombre humano,

¿Por qué no viniste anoche?

Trisha, al otro lado de la mesa, se atragantó con el agua y Jake tuvo que darle palmaditas en la espalda.

—Estaba cansada

—¿De verdad? ¿Y dónde se supone que voy a dormir? ¿En el sofá?

—Claro que no.

—¿Entonces?

—Conmigo, obviamente.

—¿Y tú eres más original poniendo apodos que ellos?

—Quizá no sea más original, pero soy mejor.

—Muy bien, ¿cómo me llamarías tú?

—Mi novia.

Iver…, podrías torturarme hasta la muerte.

—Pero ¡elijo no hacerlo!

—Oh, ¡muchas gracias!

—No te metas en nuestra relación —la advirtió, resentido.

—Os habéis visto tres veces.

—El amor verdadero va poco a poco.

De pronto, había agarrado a Bigotitos por el cuello y lo sostenía a su lado. No solo eso, sino que había sacado la pistola y apuntaba a su cabecita peluda.

Gris previo a tormenta. Le recordaba a los ojos de Victoria.