Las palabras vulgares, como tú las llamas, son las víctimas habituales. Con independencia de las pruebas que existan para su inclusión, hay quienes desearían que esas palabras desaparecieran.
Por mi parte, creo que añaden color. Una palabra vulgar, bien colocada y pronunciada con el vigor justo, expresa mucho más que su equivalente cortés