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Chuck Wendig

Quotes

Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
No cabía duda de que se sentía así en cierto sentido. Se encontraba en ese llamativo momento a medio camino de la adolescencia en el que su cuerpo aún no había terminado de desarrollarse: tenía las extremidades un poco desgarbadas, una nariz que odiaba por demasiado larga y demasiado puntiaguda, un mentón que le disgustaba por ser muy redondeado. A diferencia del mechón platino que tenía su madre, o de los bucles castaños claros de su padre, su pelo era negro como las alas de un cuervo. No tenía novia. Le gustaban las chicas, y también los chicos, aunque eso no se lo había dicho nunca a nadie. Nunca había practicado el sexo. No estaba seguro de que llegase a hacerlo jamás. La idea le hacía sentir más miedo que excitación. Le atraía Lara Sharp porque era una empollona y muy extrovertida, y le encantaba que a Lara le diese igual todo el mundo. Le recordaba a su madre. Reparó en lo inquietante que resultaba algo así, que le gustase alguien que le recordaba a su madre, pero tampoco tenía nada de malo. A Oliver le caían bien sus padres. Mucho. Se portaban bien con él, y le gustaba pensar que él hacía todo lo posible para que se sintiesen bien
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
Lo siento. No me lo puedo permitir. —La casa, que era el hogar donde Nate había pasado la infancia, como había dicho el abogado, se encontraba en una zona que se había convertido en un bien inmueble comercial de primera clase a lo largo de los años. El condado de Upper Bucks. Antes no era más que granjas y pantanos, pero los precios estaban subiendo, los impuestos estaban al alza y los ricos se habían mudado de Filadelfia a Nueva York. La gentrificación no se producía solo en las zonas marginales—. Pues dígale que la venda. Y que destine ese dinero a costearse un ataúd de los buenos
Dianela Villicaña Denahas quoted2 years ago
Sé que espera que esto me afecte, pero lo cierto es que no es así. Ni lo más mínimo. Mi padre era… o es, más bien, una tremenda basura de persona. No lo quiero. Odio y desprecio a ese monstruo con máscara de hombre, la verdad sea dicha. Llevo casi veinte años soñando con este día. Puede que más. He imaginado cómo sería. He rezado a todos los dioses que quisieran escucharme para que mi padre, ese mierda, se muriera con dolor y de la manera más miserable, para que no fuese rápido, no una carrera hacia la meta, sino una maratón lenta y tambaleante, una… una carrera torpe mientras rociaba las paredes con la sangre de sus pulmones, mientras se ahogaba en sus propios fluidos, y todo ello llevando… una bolsa a un lado para cargar con… con su mierda, una bolsa que se le rompiera

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ili04shared an impression2 years ago
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Dianela Villicaña Denashared an impression2 years ago
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    Chuck Wendig
    El libro de los accidentes
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