El amor es un fenómeno de la atención, dice Ortega en los estudios sobre Stendhal. Noto que los hombres que remontan los peldaños del Metro de forma ligera y atlética –de dos en dos–, en vez de subir por la escalera mecánica, atraen las miradas. ¿Cuántos amores nacieron por alguien que dobló una esquina de forma innovadora o empinó la copa de forma distinta?