Un verdadero liberalismo, según Dewey, reforzaría la dimensión social, comunicacional, la cooperación y el entendimiento entre las personas, en vez de aislarlos como individuos atomizados, como simples consumidores, vaciando de contenido la dimensión ciudadana. Por esta razón, el liberalismo debe ser una democracia radical o simplemente traiciona sus propios principios.
La democracia no debe entenderse, para este pensador, como un procedimiento de decisión o de elección de gobernantes ni como una forma de régimen político entre otros. Se trata de la esencia misma de la política. “La democracia considerada como idea, no es una alternativa a otros principios de vida en asociación. Es la idea de la comunidad misma”193 . La idea de la participación de los ciudadanos en la configuración y en la gestión de todo lo que les concierne directamente. La democracia es la vida en común, de un “público” en su acti