Él me dice que las guerras nunca terminan porque quienes sobreviven no vuelven a ser los mismos; la gente queda enferma, pierde brazos, la ciudad se destruye, queman los cultivos. Dice también que los tratados de paz son temporales porque después, en el mismo país o en otro, unos se arman, se juntan, bombardean y todo vuelve a comenzar.