Pedro Pacheco González

  • Benjamin Melgarejo Reichelthas quoted2 months ago
    Si prestas mucha atención en ver dónde se sitúan los límites, prestas menos atención a la imagen completa.
  • Benjamin Melgarejo Reichelthas quoted2 months ago
    De hecho, una parte del tiempo sí que somos como cualquier otro animal. Cuando estamos asustados, secretamos la misma hormona que algunos peces cuando son molestados por alguien que los amenaza. La biología del placer involucra las mismas sustancias químicas cerebrales en nosotros que en un capibara.
  • Benjamin Melgarejo Reichelthas quoted2 months ago
    Personas cuyo escáner cerebral estaba monitorizado entraron en una habitación virtual donde se encontraban con una persona herida que necesitaba ayuda o con una amenaza extraterrestre; los sujetos podían vendar al individuo o disparar al extraterrestre. Apretar un gatillo o aplicar un vendaje son comportamientos diferentes. Pero son parecidos, en cuanto a que ponerle una venda a una persona herida y disparar al extraterrestre son ambas la acción «correcta». Y, contemplando esas dos versiones diferentes de hacer lo correcto, activaban la misma circuitería en la parte del cerebro que más analiza el contexto, la corteza prefrontal.
  • Benjamin Melgarejo Reichelthas quoted2 months ago
    Dado que el SNS y el SNPS hacen cosas opuestas, el SNPS, obviamente, va a liberar un neurotransmisor diferente a partir de sus terminales axónicas: la acetilcolina.
  • Benjamin Melgarejo Reichelthas quoted2 months ago
    Mientras que el hipotálamo se encuentra en la conexión entre las capas 1 y 2, es la increíblemente interesante corteza frontal la que es la conexión entre las capas 2 y 3.
  • Benjamin Melgarejo Reichelthas quoted2 months ago
    Fundamentalmente, la región cerebral que está más implicada en que uno sienta miedo o se sienta ansioso es la más implicada a la hora de generar la agresividad.

    La unión entre el miedo y la amígdala está basada en pruebas parecidas a las que apoyan la unión entre la amígdala y la agresividad.
  • Benjamin Melgarejo Reichelthas quoted2 months ago
    En un estudio concreto, sujetos cuyo escáner cerebral estaba monitorizado, jugaban al comecocos en un ordenador, donde eran perseguidos en un laberinto por un punto; si les atrapaban, recibían una descarga.
    [40]
    Cuando la gente evitaba al punto perseguidor, la amígdala estaba silenciosa. Sin embargo, su actividad se incrementaba cuando el punto se acercaba; cuanto más fuertes eran las descargas, más lejos estaba el punto cuando se activaba por primera vez la amígdala
  • Benjamin Melgarejo Reichelthas quoted2 months ago
    En otro estudio, los sujetos esperaban a recibir una descarga durante una cantidad de tiempo desconocida.
    [41]
    Esta falta de previsibilidad y control era tan desagradable que muchos elegían recibir una descarga más fuerte inmediatamente. Y, en los demás, el miedo que sentían en el periodo previo a la descarga activaba cada vez más la amígdala.
  • Benjamin Melgarejo Reichelthas quoted2 months ago
    En un estudio de neuroimagen, un sujeto participaría en un juego competitivo contra un grupo formado por otros jugadores; los resultados estaban amañados de tal forma que el sujeto acababa en la mitad de la clasificación.
    [44]
    Entonces, los experimentadores manipularon los resultados del juego para que las clasificaciones de los sujetos fueran más o menos constantes o para que fluctuaran exageradamente. En el caso de las clasificaciones estables se activaban partes de la corteza frontal que analizaremos dentro de poco. La inestabilidad activaba la corteza frontal y la amígdala. No estar seguro del lugar que ocupas es perturbador.
  • Benjamin Melgarejo Reichelthas quoted2 months ago
    En lugar de un miedo inevitable, mostramos un «aprendizaje elaborado» —aprendemos a temer a las serpientes y a las arañas más rápidamente que a los pandas o a los sabuesos
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