Ahora lo único que quiero demostrarte es que esos años fueron maravillosos, que el amor por primera vez se sintió muy nuevo y mi corazón muy rojo. Que los besos existieron, pero no supe cuándo se nos acabó la urgencia y llegó la prisa. Porque aunque sea un matiz muy ligero, la primera palabra, urgencia, implica deseo; la segunda, prisa, implica que hay algo más importante que hacer que eso que se está haciendo. A nosotros la vida se nos llenó de prisa.