Imagina que naciste en una región con el nombre de un río que nunca en tu vida has visto. Imagina, además, que el lugar al que llamas hogar está en medio del árido desierto de Sonora, a unos kilómetros de la frontera entre México y Estados Unidos. ¿Qué pensarías si un día te dicen que un grupo de científicos vienen navegando en canoa a través de un río que pronto pasará por tu ciudad?
Eso fue lo vivieron los habitantes de San Luis Río Colorado en 2014, cuando durante ocho semanas las compuertas de la Presa Morelos se abrieron de par en par para dejar que el Río Colorado corriera libre por su caudal, por primera vez en décadas.
Para Así Como Suena, Roberto González viajó a Mexicali para contar la historia de la Alianza de científicos que lograron lo que que se creía imposible: regresarle su agua a un río seco. Su objetivo era restaurar el Delta del Río Colorado, un ecosistema que recorre los últimos kilómetros del caudal más explotado del mundo.
Esta historia comienza desde antes de los años 30s, cuando se construyeron las grandes presas que secaron el río. Empieza con el recuerdo de lo que era una región llena de vida y abundante agua. De cuando el Río Colorado corría libre hasta el Golfo de California. Una memoria que con los años se volvió la motivación de científicos y ambientalistas para lograr algo que se creía imposible: revivir un ecosistema muerto.