Azafran Hernándezhas quoted5 years ago
Dado que hablaba ruso, era la única negociadora en una casa llena de personas. En las guerras entre pueblos orientales y occidentales, la bandera blanca nunca fue una protección segura, y más de un mediador voluntario murió entre los frentes de guerra.
Frente a un destino de masas semejante, ¿quién puede pretender medir con normas morales que sólo competen al individuo? ¡Ningún hombre! Pues fueron demasiados los que ante una metralleta tuvieron que decirle a la mujer o la hija: «¡Anda, ve!» Y quien no haya estado nunca ante una metralleta, que calle. ¡Pero tampoco ninguna mujer!, a no ser que haya vivido el torrente tempestuoso de un destino de masas. Desde la seguridad resulta demasiado fácil juzgar.
  • Join or log in to comment
    fb2epub
    Drag & drop your files (not more than 5 at once)