Muchas culturas aseguran que la vida no se termina con la muerte del cuerpo. Siempre queda eso que algunos llaman alma y otros, consciencia. Es una energía tan potente que a veces, incluso logra regresar al mundo de los vivos, aunque claro, según el reglamento del Más Allá que les corresponda. Desde que vivía, Almamuerta ya estudiaba a los fantasmas. Lógicamente, lo hizo con más ahínco después de la muerte. Por eso, y por ser un alma muerta, es ideal para guiarnos en este recorrido por las diferentes eternidades que podrían estar esperándonos, según la cultura a la que pertenezcamos. Vikingas, irlandesas, chinas, mayas, incas, literarias o de leyenda, muchas almas cruzan por estas páginas y todas nos revelan sus secretos, rituales y celebraciones. Este libro es un tributo a quienes ya no están aquí, pero que, de algún modo, encontraron la forma de seguir existiendo. Aquí conocerás eternidades de todo tipo: estelares, acuáticas o subterráneas. Hay de todo y por suerte, la mayoría es muy disfrutable. Alguna ventaja tenía que haber en el hecho de estar muerto.