Sol Díaz es una mujer diferente. No es fea, negra, ni TAN peluda –como sus Bicharracas– pero es diferente. Tiene la cualidad de ver más allá de las frustraciones femeninas y de transformarlas en fortalezas. Eso no lo hace cualquiera. Las Bicharracas conocen sus debilidades, se lamentan, las aceptan y se ríen de ellas. Yo amo a las Bicharracas porque yo me siento una de ellas.