El infinito en la palma de la mano tiene una narrativa muy suave de digerir y con elementos bíblicos que suscitan reflexiones sobre la autoridad, la deidad, el libre albedrío desde una mirada de mujer. En narrativas patriarcales como la bíblica es refrescante leer desde otro punto de vista y con mayores elementos y personales la historia del paraíso perdido. Me encantó particularmente el personaje de la serpiente, desde su verdad y sátira particular. Lo recomiendo ampliamente.