Los poemas de Dickinson son, como señala Juan Marqués, "complicadísimos y simples, alegres y tristes, transparentes y enigmáticos. Son poemas que acompañan y ayudan a vivir a quien los lee, que enseñan a observar mejor, que obligan a ser más compasivo". En este libro pequeño e íntimo, los pájaros tienen un lugar importante como elemento poético.