Jo Boaler, profesora de la Universidad de Stanford, quiere acabar con la creencia según la cual nuestro cerebro es una entidad fija, capaz de aprender determinadas cosas, pero no otras, condicionado exclusivamente por la genética. Boaler demuestra en esta investigación que nuestro cerebro es constantemente capaz de cambiar, crecer, adaptarse y crear nuevas conexiones. La realidad no es solo que cualquier persona de cualquier edad puede aprender a hacer cualquier cosa, sino que, por sí solo, el acto de aprender cambia en lo fundamental quiénes somos.