La vida está repleta de dualidades, no hay luz sin oscuridad, tormenta sin luz, música sin silencio… Cuando la protagonista se encuentra sin el chico que amaba parece que la música no volverá a sonar jamás. ¿Pero eso era lo peor que podría pasar? El silencio tiene mucho qué decir y a veces guarda las respuestas más sonoras.