Cada historia tiene cuatro partes: el inicio, el nudo, el casi final y el verdadero final. Por desgracia, no todo el mundo consigue un verdadero final. La mayoría de la gente se rinde en la parte de la historia en la que las cosas van peor, cuando parece no haber esperanza, aunque es justo cuando esta es más necesaria. Solo aquellos que perseveran encuentran su verdadero final.