Si los personajes que aparecen en tu obra te recuerdan a tus familiares o a las personas que más quieres en este planeta, mátalos o ponlos en peligro de inmediato. De otra manera el lector sentirá que todo lo que dices sobre ellos no es más que un largo homenaje complaciente. La novela busca lo inesperado, lo desconocido, lo divertido y lo aterrador.