El mundo de la joven Elly lo conforman sus cariñosos pero sumamente distraídos padres; su mejor amiga, que huele a patatas fritas y conoce palabras exóticas como «blasfemia»; su tía actriz, que le brinda consejos para destacar en las representaciones escolares, y entre otros personajes variopintos, un conejo que se llama Dios. Pero en la infancia de Elly, la única constante es su hermano Joe. Veinte años más tarde, Elly y Joe siguen tan unidos como siempre… hasta que una soleada mañana un suceso inolvidable y aterrador amenaza con destruir para siempre el vínculo que los une. Cuando Dios era un conejo nos transporta, a lo largo de cuatro décadas, desde las afueras de Essex a la costa de Cornualles y las calles de Nueva York. Una novela sobre la infancia, la excentricidad, la fuerza de los lazos familiares, las pérdidas y la vida. Pero, sobre todo, es una novela acerca del amor en todas sus formas.