las políticas culturales deben servir para revelar cómo las normas culturales que nos han socializado corresponden a patrones de poder, pero, sobre todo, para deconstruirlas, deslegitimarlas y para comenzar a construir otras nuevas. Por ello, apostar por políticas culturales más abiertas (y sin duda más políticas) implica optar por estrategias que deben partir desde la socialización temprana, los espacios públicos y la escuela misma