“Espero que alguien haga lo mismo por mí, algún día, pensó César ante una lámpara que se extinguía, que alguien vaya por mí a los territorios de la muerte y del olvido, y que una, pedazo a pedazo, las piezas de mi nombre y de mis hechos, que descifre de alguna manera mi impulso y mi sentido, que rescate mi anillo de las lóbregas cenizas y que encienda una luz por Julio César”