La predicción central de la teoría de los bucles es, pues, que el espacio no es continuo, no es divisible hasta el infinito, sino que está formado por granos, esto es, por «átomos de espacio». Estos últimos son extremadamente minúsculos: cien mil millones de millones de veces más pequeños que el más pequeño de los núcleos atómicos. La teoría describe en forma matemática esos átomos de espacio y las ecuaciones que determinan su evolución. Se denominan «bucles», o «anillos», porque ninguno de ellos está aislado, sino «anillado» a otros similares, formando una red de relaciones que teje la trama del espacio.