Stalin, el tirano rojo

Tan sólo en 1997 la publicación de la obra El libro negro del comunismo, escrito por antiguos marxistas franceses, demostró los avances de la izquierda en reconocer el carácter brutal de la dictadura de Stalin.

Al no existir cauces adecuados para canalizar la libre expresión, la glasnost se volvió contra sí misma y contra la perestroika. Se fue generando una confrontación política encabezada por las críticas de Boris Yeltsin. En junio de 1988 se celebraron unas elecciones que, a pesar de no ser democráticas, no dieron al Partido Comunista todos los puestos en el Gobierno y permitieron que se formase una minoría de reformadores entre los que se encontraba Yeltsin.

final, la tarea resultó superior a la capacidad del liderazgo soviético que tomó el mando del país en 1985. La «revolución desde arriba» de Stalin, que tenía como objetivo «construir el socialismo» y crear un Estado soviético poderoso, puso en marcha desarrollos socioeconómicos contradictorios que al final contribuyeron a la caída de la URSS.

Pero tal y como sucedió, las reformas fueron postergadas hasta finales de los años ochenta, cuando ya era demasiado tarde para introducir cambios sin alterar las bases mismas del sistema

Cuando Gorbachov llegó al poder, intentó llevar a cabo una política intervencionista para transformar el sistema, pero también fracasó. Evitando el terror, precisaba un arma con la que combatir a sus oponentes: eligió la apertura y la democratización, apoyándose en la población para impulsar sus reformas. Sin embargo, el sistema ya no era lo suficientemente flexible como para poder acomodar tales reformas

Creyeron que habían proporcionado un fundamento científico al socialismo, pero en realidad fueron los últimos socialistas utópicos, como habrían de demostrarlo los hechos durante el siglo que siguió a su muerte.

El Estado estalinista ya se encontraba en declive cuando fue sustituido por Kruschev, que hizo lo que pudo para reformar uno de los sectores más necesitados: la agricultura

Era ya un anciano enfermizo, impredecible y peligroso al que le mentían sus aterrorizados subordinados, presidiendo una deficiente burocracia y furioso, como el rey Lear, contra el fracaso y la mortalidad

La constitución más «democrática» del mundo que desemboca en el Gran Terror de 1937-1938 y el Estado «todopoderoso» que se encuentra atrapado por la cultura política de una sociedad campesina «atrasada».

La URSS derrotó a Alemania porque fue capaz de trascender los límites impuestos por el estalinismo.