Para realizar una correcta respiración abdominal, se colocará el alumno bien sentado sobre su silla de estudio, con la espalda recta, pero con los hombros relajados, con los pies apoyados en el suelo completamente sin tener las piernas cruzadas y dejando caer las manos sobre los muslos.
Es conveniente colocar las primeras veces una mano sobre el abdomen, a la altura del ombligo, para ser conscientes de cómo este se infla y desinfla al entrar y salir el aire. También se pueden cerrar los ojos para ser más conscientes de nuestra respiración y de todo nuestro cuerpo. Se tomará el aire por la nariz de una forma pausada, sintiendo cómo a la vez se infla como un globo nuestro abdomen. Al terminar de inhalar, hay que retener el aire, y para ello se contará mentalmente hasta tres. Después, lentamente, se irá expulsando el aire por la boca, sintiendo cómo se desinfla nuestro abdomen. Al finalizar la exhalación, se volverá a contar hasta tres. Todo este proceso hay que realizarlo lentamente. Hacer diez respiraciones de este tipo dura menos de dos minutos y supone un gran beneficio para nuestro organismo.