Una deslumbrante exploración sobre la memoria, el amor, la soledad, la monotonía y la libertad de decisión.
Tara Selter y su marido Thomas viven en Clairon-sous-Bois y son libreros anticuarios especializados en libros ilustrados del siglo XVIII. El 17 de noviembre Tara se despide de su esposo y viaja a Burdeos para asistir a una subasta. A última hora de la tarde toma un tren de Burdeos a París y se aloja en el hotel de siempre, situado en la rue Almageste, donde hay muchas librerías anticuarias. Su plan es dedicar los dos días siguientes a visitar a colegas y realizar más compras para su negocio. El 18 de noviembre va a una de esas librerías y se quema la mano con una estufa de gas. De vuelta en el hotel se lo cuenta a Thomas por teléfono y se acuesta.
Y entonces sucede algo inaudito: al despertarse por la mañana en el hotel, no tarda en descubrir que continúa en el 18 de noviembre. Su marido no es consciente de ese bucle temporal y es inútil intentar explicárselo. Solo ella parece percatarse de que están atrapados en un día que se repite hasta el infinito. Y solo ella parece sometida al paso del tiempo: su quemadura sana, lo cual quiere decir que −a diferencia de los demás− ella sí envejece. Y Tara, que es la angustiada narradora de su propia historia, se va quedando cada vez más aislada en un tiempo sin tiempo…
Utilizando los mimbres de la ciencia ficción, la autora nos propone una deslumbrante exploración de la memoria, el amor, la soledad, la monotonía y la libertad de decisión. Este libro es la primera entrega de un ambicioso proyecto consistente en siete volúmenes, de los que ya han aparecido cinco en su lengua original. Todavía en marcha, se ha convertido en un hito de las letras danesas y está en proceso de traducción en múltiples idiomas, de la mano de prestigiosas editoriales.