sentado en el bordillo de una calle, con la intención de que Dios le preguntara qué le pasaba. Así que Dios, en un momento, en su infinita bondad, le pregunta: Oye, Satán, ¿qué problema tienes que estás llorando? Y el el demonio le respondió: Dios, la verdad que soy malo y lo reconozco, pero estos seres humanos que dejaste en la Tierra me hacen culpable de todo. Mandaste no robar. Ellos lo saben muy bien, pero van y roban y cuando tienen que pagar las consecuencias si le preguntan qué pasó inmediatamente dicen el diablo me engañó. Por esto lloro y les digo a estos que se hacen victimas que sigan así… y, algún