Diez años después de su análisis con Sigmund Freud, la poeta Hilda Doolittle se sumergió en las notas que había tomado luego de cada sesión y escribió Tributo a Freud. Una joya literaria y psicoanalítica: se trata del primer testimonio publicado de un análisis, pero además narrado por una de las voces poéticas más importantes del siglo XX.
H. D. nos ofrece un retrato de época –el avance del nazismo, la amenaza de la guerra, los estragos de la peste–, a la vez que nos permite vislumbrar, con la fascinación del ojo que espía o el oído que escucha a escondidas, ese escenario mítico que fue Berggasse 19, el consultorio de Freud en Viena antes del exilio. Más que un tributo al Profesor, como lo llamaba ella, podríamos decir que este libro –que incluye cartas enviadas por Freud a H.D.— es la celebración de un encuentro: el de una poeta analizante y un analista poeta; o mejor aún, el de la poesía y el psicoanálisis.