¿Mejoró la política social en esta transición política? No está claro que así sea. La desaparición de Prospera deja a la deriva un padrón focalizado y un programa imperfecto, pero que incrementó la escolaridad, la salud de niños y especialmente de niñas en zonas rurales. Quedan transferencias monetarias sin focalizar claramente y sin elementos que las complementen y las potencien, en aras de garantizar sus derechos.
Por esas razones, creo que durante estos primeros meses del nuevo régimen México ha dado un paso incierto en su política social, con sospechas de generar clientelas sociales —a las que ya conocíamos bien—, las cuales, sin crecimiento económico, no conocerán la superación de la pobreza, ni de la pobreza extrema. Un destino irónico para el esperanzado propósito de “Primero los pobres”.